Después de la entrega de regalos a Aimor, los deportistas, técnicos e invitados, salieron hacia Faunia.
Animales, convivencia, visita guiada, hizo que pequeños y grandes profundizaran más en los misterios y maravillas del mundo animal., áreas temáticas -ecosistema de los Polos, la Jungla, Lago, la Noche, Casa de Mariposas, Colmena, Territorio Wallaby, Evolución, Territorio Suricata, Jurásico e Isla Mazama- y el Bosque Africano. Que se extiende sobre 3.000 metros cuadrados y en la que dimos de comera a : los lémures.
Con la cautela que exige la creación de un nuevo espacio. los biólogos y veterinarios del parque están poblando el área con aves, mamíferos y vegetación propios del continente africano. El objetivo del Centro de Tecnificación Principes de Tadmur, es poner a los deportistas en estrecho contacto con animales y convertirlo en una interesante herramienta didáctica.
Ayer realizamos el recorrido con una guía de excepción, Paula, conservadora de Faunia. Nada más traspasar el portón del Bosque Africano nos recibió Piti, una espectacular grulla coronada, uno de los once ejemplares que habitan en este espacio.
En seguida comenzamos a escuchar el gran registro de sonidos de los lémures -seguramente se avisaban de la llegada de intrusos, o al contrario de qué acababa de llegar comida. Pero la curiosidad les pudo más y pronto nos salieron al paso Lino y su cría, dos lémures del tipo «Eulemur fulvus» o «espectro».
Gimeno explica de una forma muy didáctica los hábitos de estos primates prosimios endémicos de Madagascar, la traducción de su nombre latino -«espíritus de la noche»- y cómo ha sido su introducción en la zona, de noche estos lémures de color negro, con franjas blancas, parecía espíritus, que se movían entre los árboles. En estos momentos, nuestros deportistas pasearon entre 26 lémures (4 del tipo «collar», 5 de cola anillada y 17 «espectro») y conocieron al al más joven de todos.
Piti nos sigue fiel en este recorrido y Paula nos advierte de que no es ése el comportamiento que se aspira conseguir de los animales de este parque. «Tienen que convivir con otras especies y relacionarse entre ellos, no con nosotros. Pero Piti llegó a Faunia siendo un pollito, le criamos a mano y siempre busca mi contacto», asegura.
Lémur .-
También los lémures nos han dado más de una sorpresa. Aunque son animales muy tranquilos, se tumban para que los deportistas les rasquen el lomo.
Con esta posibilidad de contacto es fundamental un control sanitario de todos los animales, por lo que se les realizan chequeos completos una vez al mes, además de mantener perfectamente limpios y desinfectados sus cobijos.
Y llegamos a uno de ellos, donde aún descansan dos tortugas africanas (Sulcata) de quince kilos de peso. Para recrear lo mejor posible su hábitat natural -son animales del desierto-, se controla la temperatura y se les ofrece mucha planta seca, su alimento preferido.
Ataque del Guacamayo ¡¡¡ fotos no !!!
Vegetación
Ya en el exterior comprobamos que la vegetación también tiene una significación y un peso especial en el Bosque Africano, que ofrece ambientes similares a los que se encontrarían en Madagascar. Así, vemos una zona más húmeda para los animales acuáticos (gaviotas y grullas), otra de vegetación más densa para los que se mueven por el suelo (faisanes) y otra despejada, además de ramas en alto con nidos para las aves que crían. Y todo rodeado de ailantos, mimosas, acacias, aligustres, majuelos, sauces, bambú, retamas, arces...
¡¡¡ Guaaaaaapo, Guaaaaaaapo!!!
Un día inolvidable de conocimiento y cultura.-
Visitamos un trozo de selva tropical que incorpora los manglares amazónicos y el territorio Saimirien una una superficie circular de 2.850 m2 y 13 metros de altura y se mantienen a 28ºC de temperatura y un 80% de humedad. Dentro de la jungla de Faunia, un túnel acristalado dentro del cauce del río permite descubrir el fondo de los manglares con gigantes raíces de árboles donde viven peces gato, tigre, pulmonados arowanas, rayas tigre, rayas motelo, pacúes negro y rojo o arapaimas gigantes de casi dos metros de longitud, conviviendo con los Manatíes y su pequeña cria.
Asombrados ante el territorio de los saimiri estuvimos en contacto con monos saimiri y guacamayos de vistosos colores, pasear entre exóticas palmeras reales con hojas de 2 metros de alto por 1 de ancho.
Uno de los guacamayos,entre guapo, y guapo, hacía que su presa, Juanjo el Director del Departamento Informático de la Orden Bonaria se fuera acercando poco, a poco, cuando un ataque sorpresa casi le arranca la cámara…
Un día inolvidable de conocimiento y cultura.-